Las siete denominaciones
diferentes de billete que entraron en circulación son:
5€, 10€, 20€, 50€, 100€, 200€ y 500€.
Cada denominación presenta un color
dominante, que ayuda a su identificación. El tamaño de los
billetes varía; cuanto más elevado es su valor, mayor es
su tamaño, siendo el más pequeño el de 5€ y el de
500€, el de mayor. Otras características importantes de
los billetes en euros son:
El nombre de la moneda escrito en caracteres latinos
(EURO) y griegos (EYPW).
Las iniciales del Banco Central Europeo en cinco
variantes lingüísticas – BCE, ECB, EZB, EKT y EKP –
que abarcan las once lenguas oficiales de la Comunidad
Europea.
El símbolo © indicativo de la protección legal
(copyright).
La firma de Willem F. Duisenberg, presidente del
Banco Central Europeo.
La bandera de la Unión Europea.
Los diferentes tamaños y colores, de
gran contraste entre sí, constituyen dos de las características
que se incorporaron a los billetes después de consultar a
la Unión Europea de Ciegos, y están destinadas a ayudar a
los invidentes y a las personas con problemas de visión a
identificar los billetes auténticos.
La impresión del valor facial de los
billetes en cifras de gran tamaño y tinta más oscura y la
utilización de la impresión calcográfica (“en
relieve”) en algunos elementos de los billetes, además de
la incorporación de unas marcas táctiles en el borde de
los billetes de valor más elevado – 200€ y 500€ -,
mediante la misma técnica calcográfica, constituyen las
otras dos características especiales de los nuevos
billetes.
¿Cómo se pueden
reconocer los billetes auténticos?
Todos sabemos que las técnicas modernas de reproducción gráfica
permiten realizar copias de calidad de cualquier material
impreso, y que es difícil acabar con los intentos de
falsificación. Sin embargo, los nuevos billetes incorporan
una combinación de elementos de seguridad que hacen la
falsificación muy difícil, o incluso imposible. Muchos de
estos elementos ya han sido utilizados con anterioridad en
los billetes nacionales de los Estados miembros de la UE, y
su incorporación a los billetes en euros, ha dado como
resultado billetes de gran complejidad y difíciles de
falsificar.
Como en todos los billetes, se han
incorporado elementos de seguridad que no están a la vista
y que sólo pueden ser detectados por máquinas
clasificadoras automáticas, proporcionando otro control
medio para luchar contra la falsificación. No obstante,
afortunadamente, los principales elementos de seguridad son
fáciles de percibir y comprobar.
En primer lugar, los billetes en euros están
impresos en un papel especial fabricado principalmente a
base de fibras de algodón. Su tacto es firme, con carteo,
resistente y áspero. Los falsificadores no conseguirán
copiar su textura con facilidad. La mayor parte del personal
de caja, y del público, podrán reconocer los billetes auténticos
simplemente por el tacto característico del papel, que
constituye un buen indicio, si bien, con posterioridad, se
puede realizar un examen más detallado del billete.
Anteriormente, se ha hecho referencia a la
impresión calcográfica, mediante la cual se consigue un
efecto perceptible al tacto que sirve de ayuda a las
personas con problemas de visión. Asimismo, resulta un
elemento de seguridad útil y de fácil comprobación. En
los billetes en euros se puede apreciar que las iniciales
del Banco Central Europeo (es decir, las letras BCE, ECB,
EZB, EKT, EKP), las cifras que indican el valor del billete
y los motivos de ventanas y puertas están en relieve.
Conviene tener presente que el
envejecimiento y el uso pueden reducir gradualmente alguna
de estas propiedades.
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